Lula visita al Papa en su primer viaje al exterior desde que salió de la cárcel

El Papa Francisco ha recibido este jueves en su residencia en el Vaticano al expresidente brasileño Lula da Silva, con quien mantuvo un encuentro privado de aproximadamente una hora, según ha confirmado el Vaticano. Es la primera vez que el político sale de Brasil desde que abandonó la prisión de Curitiba el pasado 9 de noviembre, donde pasó 19 meses, condenado por corrupción pasiva y blanqueo de dinero.

La Santa Sede, al tratarse de una visita privada, no registró la cita en la agenda pública del Pontífice, hasta una vez concluido el encuentro. Tampoco emitió ningún comunicado para informar sobre el contenido de las conversaciones, algo habitual cuando se trata de una reunión formal.

Después del encuentro, el expresidente brasileño ofreció una rueda de prensa en la que elogió el ejemplo “alentador” del Papa por sus críticas a las desigualdades y su defensa de los trabajadores. En una breve comparecencia ante los medios en la sede romana del mayor sindicato Italiano, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), que ha mostrado su apoyo al que llama “el presidente obrero” y que ha protestado contra su arresto en numerosas ocasiones, Lula señaló que conversó con el Pontífice de temas como la lucha contra el hambre o la protección de los más pobres. “Todo el mundo sabe que en el mundo hay cada vez más desigualdades” dijo el político y reprochó que los intereses financieros están poniendo en riesgo las conquistas sociales de los últimos años.

Lula, que aterrizó el miércoles en Roma, llegó al Vaticano a bordo de un monovolumen gris y se dirigió directamente a la Casa Santa Marta, la residencia para sacerdotes en la que vive Francisco. Allí mantiene las reuniones más informales, al margen del protocolo del Palacio Apostólico, donde recibe a los políticos y mandatarios en las visitas oficiales.

El político brasileño, que espera en libertad desde el pasado noviembre a que se resuelva su recurso contra la condena de ocho años y 10 meses por corrupción que pesa sobre él, tenía previsto un interrogatorio para el día 11 de febrero, pero pidió aplazar la cita judicial para poder viajar a Italia a visitar al Papa. La justicia le devolvió el pasaporte que le tenía retenido y aceptó posponer la convocatoria hasta el día 19 de este mes.

Según el Partido de los Trabajadores (PT), la formación que Lula fundó hace 40 años y que actualmente está tratando de reorganizar, la reunión con el Papa se ha producido gracias a la intercesión del presidente argentino Alberto Fernández. El mandatario visitó a su compatriota Francisco el pasado 31 de enero y le preguntó si recibiría al líder de la izquierda brasileña. Ante la respuesta afirmativa del Pontífice, Lula puso en marcha el mecanismo para solicitar la audiencia. El pasado 5 de febrero informó en sus redes sociales su intención de agradecerle al Papa la «dedicación por el pueblo oprimido” y de debatir con él “la experiencia brasileña en el combate a la miseria”.

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